lunes, 20 de septiembre de 2010

AUN VIVE EN LA MEMORIA!

JULIO CESAR BENAVIDES, 112 AÑOS DE EXISTENCIA.

En un día como hoy nació el genio malogrado de la ciencia aeronáutica, la cultura, la pintura y las letras. El Señor Julio Cesar Benavides Chamorro, vino al mundo el 20 de septiembre de 1898 y murió en el año 1933. Hoy se puede catalogar como Otro científico colombiano que tuvo poca suerte con sus teorías científicas, sus inventos, diseños, creaciones artísticas y los más triste en nuestra realidad colombiana: "nacer en un hogar campesino". Por tradición de quienes lo conocieron, se cuenta que sus ideas no tuvieron eco en la sociedad colombiana y más aun, en los altos ministerios de la patria donde expuso el proyecto de volar en una máquina que la llamó "El aeromóvil". Hoy llamado Helicóptero.



El científico, escritor, poeta y escultor de letras, Julio Cesar Benavides fue hijo del Sur, de las tierras del cóndor y de los andes fríos. Nació en el humilde hogar campesino pero su cerebro en otro universo. Fue un niño de pocas palabras pero su imaginación y creatividad le permitieron surcar el infinito y el más allá de este territorio geográfico. Quiso volar venciendo las fuerzas de la naturaleza, sobre todo de la ley de la gravedad. Desarrolló la capacidad de la imaginación y el asombro, aprendió a observar los cielos, surcar horizontes y navegar en las distancias. Fue un hombre de grandes lecturas, de genios de la física. En sus ratos libres y en su taller de ciencia, se dejó llevar por las leyes de la mecánica clásica y de la física de Newton. Quizá conoció a Copérnico, Galieo, Einsten en teoría.

Un 20 de septiembre de 1892, los rayos del sol madrugaron. Era un dia de ensueño. En la familia Benavides Chamorro, nació el hijo prodigio que a los 33 años de edad, colocó la piedra de la aviación en Colombia. Pero nació lejos de la civilización y la cultura, a tal punto que el viaje Bogotá a exponer el proyecto, le costó la vida. Se dice que los diseños y explicaciones teóricas, se extraviaron en la ignorancia del Ministerio de Industrias, pero sus sueños se quedaron en la memoria de un pueblo que lo recuerda año tras año.

En el mes de enero, en la fiesta tradicional en honor al Señor de los Milagros y en el desfile magno que organiza el municipio de Gualmaltán, se recuerda su sueño y su vida, y se deja gravado en la memoria de los hijos de este pueblo, al ilustre inventor de mundos, Julio Cesar Benavides. La vereda Cuatis es el lugar de origen de este ilustre hombre, de este genio de la humanidad, de este Señor de ciencia.

Cuenta la hitoria que "a mediados de 1931, viajó a Bogotá en busca de cómo patentar su invento en el ministerio de Industrias. Entrega los diseños y literatura explicativa. No recibe siquiera la respuesta de una negativa. Golpea por dos años muchas puertas de la Capital y por fin agotados sus recursos, lleno de desilusión regresó a su tierra natal con idea fija de construir su aeromóvil en un taller propio que instalaría en Pasto. Pero el 15 de Junio de 1933, en un accidente automotor en el pedregal, con otros compañeros perece este ilustre Gualmatense; su tierra natal abrazó sus restos mortales y sus coterróneos, con cariño, veneran la memoria de Benavides Chamorro"(1.

En este municipio nació el científico y escultor de mundos y universos posibles.



La vida de niño la hizo y la dibujó en la vereda Cuatis. Vivió en una casa solariega, de verdes campos y jardines naturales. Las aguas del rio Cuatis fueron la melodía en sus madrugas y la paz en sus atardeceres. Era un rió repleto de aguas color canela, imponente, torrentoso, majestuoso por su cause. las  familias vivían de las aguas del rió; estas fueron utilizadas para mover las piedras de los molinos de piedra. Por tradición y herencia, este sitio fue bautizado como el "Molino" y hasta nuestros días y sin molinos, el sitio lleva el mismo nombre. Julio Cesar, quizá miró tantas veces el movimiento de las piedras del molino y sus mecánicas  lo hicieron pensar en la hélice del aeroemovil. La hélice era su dispositivo que lo llevó a pensar en esta máquina de vuelo, en este sueño altruista.


Paisaje del rió Cuatis Hoy


Julio Cesar Benavides aprendió de las historias de sus padres, no recibió los mejores estudios, pero aprendió de la vida y de su nombre. -Julio Cesar es el nombre escultórico, de raíces fuertes y perennes, título de dignidad imperial en Roma- En la "escuela de Cuatis" se entretenía con la pizarra y con los números. Pensaba en las operaciones básicas y en las letras. Le daba orden a su ideas y sus diseños. Grabó  en su memoria los cálculos matemáticos, los procesos mecánicos de las cosas, las formas del movimiento, las leyes de la naturaleza. Fue un niño que gozó con la escuela, aunque su sistema era pía, escolástica, dogmática y de pocas oportunidades para el aprendizaje libre y autónomo.

Los tiempos que tuvo para sus investigaciones fueron propicios pero quizá rutinarios, de pocas posibilidades para progresar, más aún para estudiar y para aprender las ciencias. La labor educativa era responsabilidad de la Iglesia. Julio Cesar, según cuenta la memoria oral, fue educado algunos años por un Sacerdote Jesuíta en Pasto. El sistema escolar de la región era precario y la enseñanza estaba destinada para algunos privilegiados. El pueblo tenía altos indices de analfabetismo y solo se vivía de la riqueza del campo y de las austeras condiciones de vida, de los escasos caminos para transitar, de los precarios medios y recursos técnicos e incipientes formas de comunicación entre los pueblos.

Sin embargo, la mente de Julio Cesar Benavides, estuvo pensada para vencer estos obstáculos de la rutina cotidiana, de los geográficos, culturales, religiosos, sociales y mentales. Se preparó para salir del montón y de lo trivial; era un joven con alma de triunfador y de héroe. Era el Héctor de Homero y el Quijote de Cervantes.

En el siguiente relato que se encuentra sobre su invento que dice:

Fue creador del Aeromóvil que según sus propias palabras, "Puede estar completamente inmóvil en el aire, durante el tiempo que se quiera y a cualquier altura; ascender o descender rápido o despacio y completamente a plomo; aterrízar en cualquier sitio estrecho, como una plaza, una azotea, una calle, etc. volar a toda velocidad en cualquier dirección, la ley de equilibrio de este aparato exige que puede compensar en el aire un peso exactamente igual a su fuerza sustentadora, lo que quiere decir que un motor de 100 caballos se equlibrará en el aire 7.500 kilogramos y si se resta de esta cifra el peso del aparato y el del combustible, sobra fuerza para soportar a 50 personas o carga equivalente. Con 1000 caballos de fuerza se podrá soportar a 500 personas y así equivalentemente"(4).


Hoy lo recordamos como el genio de los aires, y desde estos lugares de la patria, desde estos lejanos universos, desde estos mundos que navegan a la deriva, le decimos que sus sueños jamás dejaron de surcar los aires, jamás dejarán de no volar como él lo quiso. Tal vez, esta idea no solo fue de Julio Cesar, fue de muchos en el mundo, pero su inmortal proyecto estará en los genes de todos los hijos de la tierra del gran Cacique Guatán, de los hijos del rió Cuátis y de ese pequeño terruño llamado "el Molino".



En mi mente está la idea de Julio Cesar y mientras permanezca conmigo no dejaré de navegar en mis letras, en mis aspiraciones científicas, en mis espacios de apropiación social. También creo hacer posible que esta historia del héroe de la ciencia, del hombre soñador, del idealista, del poeta y escultor de mundos posibles, se hile y se teja en la mente y en la piel de mis dos hijos, Héctor Mario y Laura María, como lo hicieron mis padres  y maestros en la extensa tradición de mi pueblo.

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Referencias

1. Cita de http://orbita.starmedia.com/gualmatan2/personajes.htm#invento
2. El mapa de Nariño es autoria de http://www.umariana.edu.co/gualmatan.htm
3. Paisaje del rio Cuátis, foto de Horlando H.
4. Cita de http://orbita.starmedia.com/gualmatan2/personajes.htm#invento
5. Plano del Invento: fuente: http://orbita.starmedia.com/gualmatan2/personajes.htm#accidente

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